La vía de
realización espiritual directa es descrita por las enseñanzas no duales. En la
mayoría de ellas no se invita a un proceso largo de despertar de la conciencia,
de unión de la persona con la esencia, de evolución, transformación o
crecimiento de ningún tipo. En la vía directa se indica que lo Esencial,
primordial, el Ser fundamental, ya es… aquí, ahora. Y este ser es lo que somos.
No sabemos de esto porque estamos cubiertos por la ilusión.
Ser
Conciencia Plenitud es la esencia real de la existencia. Se manifiesta en
múltiples formas, y ahora está manifestada como tú, como yo, y como todos los
seres, las cosas, y al mismo tiempo, el universo que las contiene. Si
investigas profundamente será evidente por medio de la gracia, que eres ese
supremo Ser Conciencia Plena. La investigación consiste en disipar la ilusión,
y esto puede suceder de forma inmediata o de forma paulatina.
La ilusión
primordial o inicial es la identificación con el cuerpo.
La próxima
ilusión es caer en la trama estructurada de la sociedad donde vivimos.
A veces se
habla de la persona libre, y es supuestamente porque esta no se deja llevar por
los condicionamientos… o al menos los conoce y se mueve con ellos. Pero esta
persona no está libre de la ilusión primordial, que consiste en creer que es
una persona.
La
liberación completa sucede al saber de la naturaleza esencial, al librarse de
la idea de ser el cuerpo, o de ser una entidad de cualquier tipo que está
separada. Esta liberación no significa que la persona deje de funcionar, ni que
las ideas dejen de aparecer, ni que la vida deje de darse como se estaba
dando…. Solo significa que uno conoce su Ser real, no nacido, sin forma, que no
es diferenciado de alguna otra cosa o existencia. Sabe que nunca estuvo preso…
por eso se llama ilusión, ya que la ilusión sucede, pero no se refiere a algo
real.
Una disposición por convencimiento, una disposición por rendición.
Poco a poco
puede suceder el irse convenciendo de que soy algo más que esta persona, más
que esta limitación. Después de haber probado maneras para liberarse del
sufrimiento psicológico, y quizás llegar a tener suficiente autoestima, o lo
que es igual, un ego fuerte y estable, puede llegar el punto en que se
reconozca que hay otro sufrimiento quizás escondido, más profundo, un dolor por
ausencia de algo. Puede verse que la felicidad no está en el hecho de funcionar
bien, ni siquiera de sentirse satisfecho con ciertos logros, comodidades,
confort. Puede ser también que, habiendo sido un investigador para solucionar
las carencias psicológicas, se haya encontrado con la existencia de las
enseñanzas de la no dualidad, sean cuales sean, de la corriente que sean, y se
haya escuchado la señal: no eres el cuerpo, no eres la persona, eres Si Mismo,
absoluto, eterno e inmutable… y tal vez, resuene esto con fuerza y se empiece a
practicar, de algún modo, o a leer o escuchar sobre estas enseñanzas. Puede
entonces llegarse a la convicción de lo que dicen esos señalamientos, y esto
produce una disposición por convencimiento.
Por otro
lado, la disposición por rendición sucede cuando se ha intentado todo y no se
logra salir del meollo psicológico, o cuando ni siquiera se ha intentado algo
al respecto sino que simplemente se cae en el hoyo más profundo de la
desesperanza.
La disposición te pone en el borde, abre el
espacio para la gracia. Quizás escuchar una simple frase, quizás sólo el quedar
estático, cualquier cosa puede permitir que la realidad de lo que eres se
evidencie por sí misma, cuando ya no se hace nada, absolutamente nada, para mejorar
o cambiar las circunstancias. Y este es el punto, dejar de desear que las
circunstancias cambien, que el pasado haya sido de alguna otra manera o que el
futuro se presente según los deseos que tenemos. La disposición adecuada te
pone en observación sin juicios, te deja desnudo en el presente activo.
Maria Luisa
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