Los estados mentales acontecen en la Conciencia, no le suceden a tu persona, ni a tu cuerpo… Son una rotación permanente de modos conscientes que acontecen a Sí mismo.
Continuando la conversación expuesta en la entrada anterior.
P: Hola. Gracias por la respuesta. Es lo más profundo
que he leído desde hace mucho tiempo. Creo que me llevará algún tiempo
comprender lo que dices, porque nunca he sido especialmente brillante en la
comprensión.
Entiendo que el significado que le das a la palabra
ontología es el de Kant, como estudio de las ideas sostenidas por la
conciencia.
La propuesta del vedanta advaita es muy sencilla de
entender racionalmente debido a su radicalidad. Lo difícil es asumirla
vitalmente porque el raciocinio común no consigue enlazarla con la percepción
cotidiana.
Contaba Karl Popper que él aceptaba la brillantez racional
del idealismo de Hume, pero que no podía mantenerse más de una hora en él sin
caer en el raciocinio común aunque fuera consciente de la falta de racionalidad
de dicho raciocinio. Creo que mi relación con el advaita es algo semejante.
Por otra parte, asumir que todo lo que hay (el
objeto) no es otra cosa que pensamiento y que su existencia proviene del
observador es fácilmente comprensible. Incluso me puedo responsabilizar del
flujo de objetos de mi percepción. Otra cosa bien distinta es desidentificarme
de la percepción física.
Este tema de diferenciar las ideas puras de las
provenientes de la percepción física es clásico entre los filósofos idealistas
occidentales. Los cuales no suelen ser un buen ejemplo de coherencia
conceptual; pero es lo que tenemos.
Por ejemplo; llevo bastante tiempo enfermo (soy
varón) y puedo asumir que mi enfermedad es una creación mental. Pero lo cierto
es que a quien le duele es al cuerpo, no inicialmente a mí, y éste me devuelve
el dolor el cual se convierte en una idea con su carga emocional
correspondiente; con lo cual percibo el dolor como ajeno y previo a mi
contenido mental (mis ideas sobre tal dolor).
Puedo pensar y repetir como un mantra que no soy un
cuerpo, o que no duele, pero no por eso voy a dejar de percibirlo y menos aún
voy a poder olvidar su existencia cuando duele; aunque tal existencia provenga
o no de la conciencia.
Otro ejemplo es el del sueño; intelectualmente puedo
asumir que cuando duermo el mundo no existe porque no lo estoy percibiendo por
no estar pensándolo (este ejemplo es clásico entre los vedantines), pero lo
cierto es que si me golpean me despierto; o si hace frío me tapo con la manta o
si hace calor me destapo. Lo cual viene a mostrar que la percepción física es
ajena y previa a la mente que la percibe.
Me vas a tener que perdonar las confusiones en las
que me haya expresado. Pero últimamente he pensado y repensado mucho sobre éste
tema de la percepción física y su relación con el contenido mental por una
experiencia que tuve hará unos 25 años en Buenos Aires.
Un cordial saludo y gracias nuevamente.
ML: Ontología la entendemos más bien como lo que su
etimología dice, el estudio del ser.
Onto es ser y logia es estudio.
El problema básico consiste en averiguar desde dónde
te estás sosteniendo para comprender.
Cuando se habla de que todo lo que hay es
pensamiento, se refiere a que todo lo que existe tiene su existencia como
contenido de conciencia, pero no de tu conciencia, sino de La Conciencia. Esto
lo digo porque tú te concibes como un sujeto independiente que tiene conciencia
de objetos, sensaciones, percepciones, pensamientos, emociones y sentimientos,
pero que es diferente de otros sujetos que también tienen su propia conciencia.
Si te comprendieras como Si mismo Presenciador, o mejor aún, como pura
presenciacion, entonces sí tendría sentido asumir que toda existencia existe en
ti, tú como Eso que eres realmente.
Así se explicaría el movimiento de los estados
mentales ante esa presenciacion, y se comprendería que dichos estados son
movimientos de la misma conciencia, que como funcionamiento mental, plantea
diferenciaciones.
Te daré algunas pautas de las bases ontológicas que
usamos junto a R.Malak.
Lo real es Ser. Ser se mueve y este movimiento es
Conciencia que fluye como un río de armonía, Plenitud. Esto en el Vedanta lo
llaman Sat Chit Ananda.
La conciencia se despliega y surge el funcionamiento
consciente llamado mente. La mente, esta función, genera la dualidad y la
medida en la infinitud no dual de la conciencia. Por tanto, lo que es infinito
aparenta tener medidas ( espacio ) , y lo eterno parece tener medidas ( tiempo
).
La conciencia, que es plena totalidad sin fronteras,
debido a la diferenciación de sujeto- objeto que hace la mente, se centraliza
como efecto de la ilusión ( Maya ), que hace aparecer multitud donde no hay
dos. Esta centralización es el yo-cuerpo-mente-emoción que te hace parecer ser
esta persona, con sus limitaciones y vulnerabilidades.
Los estados mentales acontecen en la Conciencia, no
le suceden a tu persona, ni a tu cuerpo… Son una rotación permanente de modos
conscientes que acontecen a Sí mismo.
Sí mismo se asoma a la existencia a través de tres
ventanas: el cuerpo, la mente y la emoción. Estas ventanas se superponen, se
combinan y rotan dependiendo de como la persona percibe el mundo
preferentemente. Por ejemplo los atletas ven más a través del cuerpo, los
artistas a través de las emociones, los intelectuales a través de la mente.
Esto que menciono son pautas de nuestro uso de la
ontologia, que deben ser tomadas como señales, como letreros en un camino, como
un mapa o como un menú. Recorrer el territorio o degustar los platos del menú
deben ser realizados por ti mismo. Hay modos adecuados para llevar a cabo esta
realización.
La mente ejerce una fuerza de encantamiento en la que
la atención se centra como sujeto y queda prendada de los objetos de la
conciencia, y en base a ello fortalece el sentido de separación y propicia la
aparición del ego. Este encantamiento equivale a estar perdido en un bosque, un
bosque de errores de percepción y errores de entendimiento. Lo primero que hay
que descubrir es en que parte del bosque estas, y una vez lo sabes, ya estas
fuera. Así opera la comprensión, es como un líquido diluyente de errores. A
veces hace falta ayuda de alguien que conoce el bosque.
El proceso de reconocer lo real implica, como si
fuera un ave con dos alas y una cola, dos aspectos paralelos: El ala de la
comprensión intelectual y el ala de llevar a la práctica lo comprendido y la
cola es el timón de la atención.
Nuestro modelo de comprensión no es el de la hormiga,
que va paso a paso sumando conocimientos, experiencias y méritos, sino que es
como el vuelo del pájaro, que va directo a la fuente.
Comentarios