Todos buscan un
camino conveniente para el buen vivir. Hay unos infundidos en la sociedad y su
problemática absorbente, entre el placer y el conflicto, apegados tanto a la
búsqueda de un funcionamiento adecuado que entregue beneficios, proponiendo un
estado de placer mal llamado felicidad, que cuando esta situación no se cumple
aparece el sufrimiento desplegando una senda de conflictos y dificultades. Hay
otros, los investigadores de las enseñanzas, eruditos o estudiosos, que
analizan las doctrinas y teorías buscando modos hábiles, y de ellos muchos
intentan renunciar a la vida para disfrutar más tarde con un saber teórico.
Se asemeja a la fruta verde separada del árbol y guardada
para que madure. De acuerdo a mi comprensión se pierde su sabor y fragancia
auténticos, en cambio la que queda en el árbol (de cara a la vida cotidiana)
crece hasta su pleno tamaño, color, dulzor, un gozo en todo. No estoy
recomendando uno u otro modo ya
que unos tienen miedo de la vida y buscan la paz de la enseñanza teórica, mientras que
otros aventureros, están llenos de ánimo y de ímpetu, se lanzan sin dimensionar
los problemas a los que les podrá llevar su aventura. Unos fijos en un ideal,
mientras que otros abiertos y dispuestos a explorar.
Lo puedo decir de este modo…
Liberado de teoría se muestra el error
La fuente de conciencia no es un objeto
Conocer la fuente es ser la fuente
La llama de la comprensión se enciende
Todo deviene claro y brillante
Lo que percibo lo conozco
y lo tomo como si fuera mí mismo
Soy el presenciador puro y calmo
y desde la presenciación soy inmutable.
R.Malak
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