Luego de muchos meses de intensa actividad
física que hemos utilizado para armar un nuevo hogar con los recursos que la
esencia está presentando, está apremiando que me exprese, nuevamente, llenando
las líneas de lo que arma este blog. Quizás aparezca un discurso un poco
desordenado, tal como un volcán que ha esperado siglos para erupcionar, y
cuando lo hace, todo lo abrupto de su potencial sale disparado a un solo
tiempo. Este texto está lleno de amor, espero que no sea confuso, porque al fin
y al cabo al publicar estos textos estamos compartiendo y siempre es de suponer
que alguien recibirá su lectura. Me lo tomaré como me tomo a veces el juego de
ajedrez… un lapso de expresión e intenso disfrute.
Llevo un año jugando ajedrez con Malak, juego
que empezamos a compartir cuando pasé por un período de convalecencia tras una
operación. Ir jugando disciplinadamente, espontáneamente, cada día, este juego,
ha sido un proceso de enorme maestría. Un adiestramiento de atención, o más
bien, una demostración de cómo la atención produce sus efectos. La maestría en
la focalización, movimiento, relajación o estrechamiento de la atención es lo
que muestra cómo se va formando el universo de realidades objetivas y
subjetivas que parecemos vivir. Mientras no descubramos esto, seguiremos
creyendo que somos víctimas de las circunstancias. No olvidemos que somos EL
sostenedor de la atención, y de los objetos de ella. He ahí la infinita
libertad.
Porque nada hay realmente aparte de la esencia,
porque las ideas que tenemos no son la realidad, y lo que es real es
indescriptible, nuestra comprensión fluctúa entre visiones, espejismos,
chispazos de claridad, comprensiones, y lo que sostenemos por períodos de
tiempo, con apego y extremo afecto, constantemente tratando de dar sentido a la
existencia, armando explicaciones sobre nuestro propio sentido, todo desde el
instante en que hemos sido capaces de racionalizar y concebir, formar conceptos
a modo de imágenes y fonética, dando una fuerza de valor a todo ello, lo cual
no es más que el simbolismo con que representamos nuestro devenir. Todo a partir de haberme diferenciado, como
separada de la esencia creadora, y como integrante de un universo que parecía
existir antes que yo… me he diferenciado como conciencia centralizada que se
arma con cuerpo, mente y emoción. Me he vuelto yo, olvidada del Si mismo Real,
infinito, indescriptible. Me he considerado un ser objetivo en un universo
lleno de objetos diferentes. Olvido de la fuerza esencial, sostenedora y
permanente que en verdad soy. Me intuyo total, pero en la diversidad no
encuentro totalidad, ni plenitud, a menos que regrese a mirar desde el origen.
Formado el juego dual entre lo que soy y no
soy, (soy las blancas, soy las negras), puede suceder el olvido de que Ser es
todo lo que hay, lo que es, lo que ha sido y será. Como decía Malak en su
escrito de año nuevo 2012, un par opuesto no puede existir sin su
complementario, estos existen y son en forma simultánea. No hay bien sin mal,
ni alto sin bajo. He ahí el misterio aparente de lo que se produce con el
sostenimiento de una atención focalizada. Se destaca un aspecto, dejando el
otro aspecto contrario sumergido, pero no ausente. Y esta es la razón por la
cual se genera la tensión. Como conversaba con Malak anoche, la esencia se
expresa en dos modos (si es que quiero representarlo), tal como lo hace la luz…
como onda y como partícula… todo depende, según también constata hasta ahora la
física cuántica, de la ubicación del observador.
En este sentido, y aunque todo esto pueda
resultar complejo, estoy intentando ordenar algo que emana con fuerza a modo de
una comprensión intuitiva. Soy la creadora, el creador, de cualquier realidad
que yo misma sostenga. Soy el Si mismo, y nada hay o es aparte de eso que soy,
pero la luz hace juegos de sombras en las paredes de la mente, como la
cuadrícula blanquinegra del tablero de ajedrez, dando espacio para que se vayan
ubicando las piezas. Por tanto, soy creadora de mi realidad manifiesta desde el
punto de vista en que me ubico, ya sea como testigo sin juicios o como
personaje involucrado. No inventamos los pensamientos, los seleccionamos. Todos
allí, como peces nadando en el mar de la conciencia, los voy pescando, los
recojo, los sostengo, pero aunque no quiera, finalmente los devuelvo al mar. La
mente, que no es más que pensamientos recogidos en diversas formas y procesos
de ordenamiento, surge del ser, se sostiene en el ser y regresa al ser… lo cual
implica que nada hay aparte de Ser.
Somos creadores de lo que vivimos. Al recoger
un pensamiento estamos sembrando una semilla, al plantar un deseo, este
irremediablemente dará sus frutos cuando las condiciones de riego, sol,
temperatura, sean adecuadas. Es decir, cuando deseamos algo, esto se hará
manifiesto tarde o temprano. El asunto es que al desear, dejamos de lado, sin
prestar atención, tanto el aspecto oscuro o contrario de lo que estamos
planteando, como las posibles consecuencias del hecho o cosa tan esperada.
Cada vez que sostengo una creencia, cualquiera
que sea, estoy generando leyes a las que me tendré que someter, mientras no
recuerde que toda idea es evanescente, es solo eso, una idea. El proceso del
tiempo es un intervalo de conciencia que llamo “esta vida”, una continuidad de
pensamientos, imágenes, cosas, espejismos, sensaciones, todas ellas
impermanentes, realmente irreales. Duración como la de cualquier sueño, que va
y viene ante la luz de mi atención consciente. La memoria, como caja de
Pandora, ofrece miles de posibilidades a ser elegidas en el fondo de
conciencia, generando las infinitas historias, devenires, personajes y
experiencias que he vivido y habré de vivir, en esta ilusión de venir a ser.
Todo cobra sentido para esta, mi manifestación, cuando abrazo con un amor
indescriptible a esto, mi propia esencia de Ser. Así agradecida por esta
oportunidad de ser y haber sido en el tiempo, a pesar de todo lo ilusorio que
pueda decir que esto es… es y ha sido tan grandioso como un juego de ajedrez,
vivo, intenso, donde finalmente no hay ganador ni perdedor, sino una
representación de potencialidades que bailan en la luz de mi comprensión.
Maria Luisa - 16 de diciembre de 2011.
Comentarios
Porque nada hay realmente aparte de la esencia....
Mil gracias por compartir, no un discurso, si, pensamientos tan llenos de amor .. generosidad...
Tanto como tu escribiendo, he disfrutado leyendo, así , sin pedir nada, acabo de recibir un maravilloso regalo, que me ha dejado sin palabras, calando hondo
Gracias , muchas gracias por llegar tanto
Recibe un cálido abrazo
Un abrazo!