“Solamente
sé el Ser”, fue la instrucción que mi antiguo maestro me dijo en India hace
unos 12 años, y esto era incomprensible, pues me decía a mi misma, pero si el
ser lo soy siempre… así que no se trataba de “lo único que tienes que –hacer-
es ser el Ser”, no, no era eso… se trataba, y se trata, de ser (el) ser y no
ser lo que no soy, es decir, en el fondo estaba implícito esto: “no seas el ego”.
Pero cuando se hace un mandato como este: no fumes, no bebas, no toques… la
atención se queda prendada de ello, y entonces se fuma, bebe, toca. Así que
“solamente sé el ser” ... que significa, “no seas el ego que no eres”… tiene
esa implicación, ese significado realmente. No te prendas de ser esto y lo otro,
ser así o asao.
Por
costumbre somos el ego que no somos. Y ¿cómo es que somos lo que no somos?
Precisamente esa es la ilusión, ese es el trabajo al que suele abocarse la
mente, no ya por elaborar un día a día que, digamos, misteriosamente, se
presenta como quien descubre un sendero en la oscuridad alumbrado por la
linterna de la atención y descubriendo cómo el devenir se va modelando
espontánea y conscientemente, sino esa elaboración constante y enajenante que
pretende construir una personalidad destacada, exitosa, mejor, dominante,
poderosa, y que pueda ser apreciada y deseada por los otros. Esa es la gran
pérdida de energía, la persecución de la zanahoria en frente del conejo, y este
corre y corre sobre la correa de la máquina eléctrica gastando su fuerza. Es
perseguir la felicidad que depende de los eventos. Otra ilusión. Perseguir algo
que se logre, algo que pueda llegar, olvidando que todo lo que llega se va.
Soy y
Existo como esta etérea conciencia llena del gozo de sí misma, de su plenitud,
de si misma, su completa perfección, en que nada falta, jamás ha faltado. Nunca
ha habido un pasado, ni habrá un futuro, porque el tiempo que se mide con la
mente dimensionadora, conceptualizadora, es la mayor de las ilusiones de la
existencia. “Regresar” a esta conciencia (que siempre es) es dejar de armar una
persona con su personalidad, es dejar que mi naturaleza humana se cuide a si
misma, porque cuando no hay una intención separadora, la Inteligencia sabe
cuidar de sus expresiones del mismo modo que se demuestra en la naturaleza
biológica y fenoménica que baila su baile desde siempre. ML
Comentarios
Sigues poniendo luz en la oscuridad...
_/\_
Gracias María Luisa, un abrazo.
_/\_
Siento esa frecuencia también...
Gracias querida Maria Luisa!
Carmen