Emoción



Luego de varios días de maravillosa calma y comprensión, las arenas turbias de la profundidad salieron a la superficie del lago, como residuos de toda una vida, que habían sido ignorados, rechazados, y tan sólo esperaron su momento para darse a conocer de nuevo. La vida es vida y ella no sabe de juicios ni le importan. Las sensaciones no tienen nombre hasta que se lo ponemos. Y en cuanto a nombres, Maya se le llama a lo que sucede en la Conciencia, cuando mediante la percepción sensorial en conjunto con la racionalización que, antes que nada, dice “yo”, en lugar de apreciar la superficie del lago, sea cristalino o fangoso, de pronto nos vemos como nadando dentro de él. En dicho caso, si aparece el fango se hace difícil nadar.

Comprender verdaderamente no es entender una teoría. Si meto el dedo en el fuego, me basta una vez para comprender. A raíz de esa comprensión ya no necesito experimentar lo que es quemarse. Esto se comprende una vez, y ni siquiera es necesario memorizarlo. Se sabe que el dedo se quema, se sabe que duele y se sabe que eso… no se quiere. Se sabe y punto. No importa qué idioma hable, cuáles sean mis creencias, ni dónde vivo, ni siquiera en qué época, si es la edad de las cavernas o el siglo XXI. Ahora, ¿quién mete el dedo en la llama para quemarse? El calor mismo aleja la posibilidad… la vida sabe ocuparse de sí misma. La razón no entra aquí. Comprender es bueno, pero en este sentido, está incluso de más.

El desconocimiento causa miedo y la necesidad de sentir que estamos en una vía correcta se hace patente…
El Si Mismo no está en ninguna vía… es ajeno a la manifestación en el sentido de que es completo por si mismo y no es dependiente del tiempo, los procesos, ni el llegar a ser… es imposible comprender esto, en toda su profundidad, por medio de la razón, y más aún es difícil aceptarlo… y aún más… es difícil vivirlo, porque ¿quién lo vive? Vivir es considerado como el moverse por la vía de la vida desde la individualidad… tiempo y espacio… la historia personal, memoria y expectativa. Es considerarse como estar adentro de la corriente del río, moviéndose entre las riberas de la satisfacción o el desasosiego. Ser la Vida, en cambio, es ser el Presenciador… o mejor dicho la Presenciación atemporal de todo, la observación ecuánime que no tiene forma, no tiene personalidad, por tanto libre de toda expectativa y dependencia… Ser el río y a su vez, lo que contempla al río. No Dos.

Encarnar la individualidad… la sensación siendo… la idea de yo… son pegostes inevitables o involuntarios, adherencias… ¿comprenderlas basta? Por la vía de la mente aún estamos dentro de ellas, en el bosque, en el laberinto… Luego se plantea ver los hechos tal como son… y aparecen como válidas estas preguntas: ¿se puede evitar los juicios al respecto? ¿En base a qué juzgamos los hechos? En base a la conveniencia de cumplir el requisito formado por nuestras expectativas, obviamente… El pegoste llamado ego, se resiste a abandonar las apreciaciones queridas.

Sin embargo un hecho es un hecho, lo juzguemos como lo juzguemos.

Salir de todo ello… algunos lo llaman ponerse a disposición del Ser… o poner el ego a disposición del Ser o de lo Divino… otros lo ven como ser lo que soy… otros dicen que no hay un yo… otros que no hay separación entre el Ser y el yo que se ha formado con la personalidad. Volver la mente a su fuente, mirar hacia “adentro”, dejar de juzgar. Soltar, desapego… aparecen como supuestas posibilidades.

Comprender… y realización…
Ya no meter la mano en el fuego porque quema… pero esto ¿qué aplicación tiene en el asunto de vivir las emociones inevitables que de pronto aparecen, son juzgadas y se rechazan? ¿Quién se puede decir a si mismo un realizado? Cuando se supone que un realizado es una persona que vive en perfecta calma, ecuanimidad y la vida no lo afecta… es una idealización de ser, un nuevo prospecto para el ego, para la identificación. Claramente un mito más. Nadie… nadie es realizado… eso es claro… nadie hay en la realización… el yo desaparece como desaparece la sombra de un cuerpo en medio de la plaza a pleno medio día. La pregunta ahora es: ¿desaparece el yo definitivamente y aún se sigue viviendo esta vida?… parece incongruente… ¿quién vive esta vida? ¿El cuerpo? ¿Quién genera esta vida… la mente? ¿La mente de quién? Se vuelve indispensable profundizar más, ir hacia el “antes” de todo este fenómeno de venir a existir, antes de la sensación de ser, antes de la idea.
....….Buscar el Ello que no está tocado (aún) por la apreciación parcial……..

Se llega a reconocer que no hay respuestas definitivas al ver desde la partición… “no se”…es lo que queda… y ya, de inmediato, se ve desde lo real. Es un cambio de perspectiva radical, un salto hacia atrás, un desligue de lo definido. Desde ahí todo se sabe, se “conoce” como unidad, toda la experiencia fenoménica, la vida individual en conjunto con los hechos que la rodean, incluyendo las emociones pertinentes, se vuelve una sola percepción si no se define, si no se juzga o rechaza. Basta poner nombres, aplicar la memoria histórica y usar la balanza de las conveniencias, para estar sumergido en la partición, donde puede aparecer el conflicto, la duda y el miedo. De manera que sentir sin juzgar, ver sin introducir los paradigmas y hacer lo que corresponde, usando la razón en su justa dimensión, con el sentido común, y entregada a ser la vida misma, es el recurso, en la comprensión de que todo es conocido en mi y por mi, como conciencia esencial que ilumina todos los contenidos conscientes, el Sí mismo, llamado también luz primordial absoluta, porque todo se sostiene en El, la luz que conoce y por tanto ilumina todo lo conocido. Sin diferencias porque la mente ha quedado a su disposición.
Maria Luisa

“…el amor es una fuerza que emana del Ser, es expansiva como la luz, y se desplaza hasta alcanzar todos los rincones. Cuando uno se pone a tono con esa dimensión, o descubrimos su existencia, nos libera y libera al mundo del sufrimiento que causamos a nosotros mismos y a los demás, el cual se ha mantenido por cristalizarnos en la individualidad, la cual se ha formado por el pequeño yo que construyó la mente y que dirige nuestro vivir.” (R.Malak. Preg.13.7 Resplandor No-dual)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
ILUMINADOR , NO TENGO OTRA PALABRA , GRACIAS POR TU LUZ
Delia ha dicho que…
María Luisa:

Leerte en esta entrada fue como recorrer una lista de interrogantes, inquietudes y dudas presentes con frecuencia en mis devaneos mentales. Veo claro que, al menos para mí, surgen por esa... "necesidad de sentir que estamos en una vía correcta"...tu sugerencia de observar sin juicios, presenciando y participando de la vida, es bienvenida.

Gracias y un fuerte abrazo.
Maria Luisa ha dicho que…
Me alegro muchisimo de que lo que a mi me sirve para odenar y aclarar mis ideas, les sirva también a ustedes... un abrazo afectuoso.
José Manuel ha dicho que…
Hola María Luisa,
en efecto, con su "Resplandor No-dual" hay muchas explicaciones conceptuales, o como se las quiera llamar, que están aclarando ideas que expuestas de otra forma se ven ahora mucho más claras. Gracias por el trabajo.
Como ejemplo, en cuanto a esta entrada, esa forma de describir a Maya: "lo que sucede en la Conciencia" ha sido para mí la más explícita de todas las ya innumerables descripciones que me habían llegado. Todo se ha hecho más claro y, por tanto, la comprensión fundamental está más despejada.
Gracias de nuevo María Luisa.
Un abrazo!
Maria Luisa ha dicho que…
Qué excelente José Manuel, me alegro de eso que dices…
Compartir, todo sea por la luz de comprensión, que es la unidad de todas las cosas… la conciencia de todo, incluida la conciencia de mi, tan paradójica, en el “juego” o movimiento consciente de ser alguien que quiere saber de su origen, o ser el origen donde sucede este alguien. Rollo que no se resuelve mientras damos validez al pensamiento. Es como tomar la cuerda (el pensamiento aclarador) que nos tiran para sacarnos de las arenas movedizas, pero luego, una vez se ha salido del fango, no hay necesidad de seguir con la cuerda en la mano. Esto significa soltar los conceptos y mantenerse erguido en la certeza. Por eso, lo que hacemos es compartir, tender una mano para salir del fango, arena movediza de las dudas, pero no con el afán de construir doctrina, sino de señalar más allá de todo concepto, a Si mismo, lo absoluto, lo que es…. (y siempre ha sido – atemporal)