Fotografía: Isabel Obeso |
P: ¿Qué es o cómo
se vive en presencia permanente?.... tal vez ese pensamiento me pierde y por
ello todos los días me acuerdo de respirar, estar alerta...
Me pregunto, ¿qué
efectos prácticos tiene vivir en la NO dualidad en lo cotidiano? o si la
conciencia es todo, en cierto modo, no habrá nada que decir... en fin..., dejo
marcada mi pregunta primera... entendiendo que quien pregunta en mi es no dual,
gracias y que estén bien...
Al racional le presentaría la respuesta devocional, al emocional
le presentaría la respuesta teórica, al activo le presentaría el enfoque de
puente.
“¿Qué hacer? cómo es? qué provecho saco?” Eso es una necesidad de
atrapar ideas de ser, y es por el hábito arraigado de considerar como válidos a
los pensamientos que definen lo que soy, cómo soy, lo que seré y lo que he
sido.
Mencionas que recuerdas respirar, ¿estás seguro de eso? ¿De verdad
para respirar tienes que pensar en respirar? Realmente para estar presente
tienes que pensar que lo estás?
Como individuo siempre estás presente ante la existencia, y como
existencia siempre estás presenciando lo que existe.
El Si mismo real es tanto la existencia como lo que existe.
Tú eres. Descubrir lo que eres es descubrir la presencia eterna de
Si mismo. Descubrirla no implica traerla, generarla, lograrla, alcanzarla, porque
es eterna, ya es, siempre ha sido. Presencia es idéntico a presenciación, la
luz que ilumina la conciencia.
El ser que eres no es algo, pero debido a la educación, la
cultura, el medio ambiente, los aprendizajes e impactos sicológicos, se ha
armado de una coraza llamada: yo soy esto o lo otro. Cuando te sacas esa coraza
llamada también ego, eso es la presencia, y vivir sin ser esto o lo otro es
vivir en la presencia. Mejor dicho, es la Vida en la Presenciación, que siempre
ha sido. Es tan solo un des-cubrirse de los velos de identidad que confunden lo
que soy.
Vivir en la presencia es vivir sin apego al ego, sin egoísmo, sin
esperar siempre sacar provecho personal de todo lo que se experimenta. Pero
esto no es una receta moral, no se trata de un nuevo deber ser. Lo primero es
degustar lo natural de ser, así la mente queda convencida de que sin su
constante movimiento y búsqueda de logros, es perfectamente posible vivir en
felicidad, porque el sabor de lo real es tan dulce que los sinsabores que
presentan las exigencias de la mente ya no se valoran como antes. Cuando, no sólo
se comprende, sino que se ama lo real, ya solo se quiere lo real, y la mente no
logra confundir más.
Así las capacidades inteligentes, creativas, convierten al hacer
en algo funcional, práctico y eficiente, puesto que lo único que interfiere con
el hacer armónico es el deseo egoísta. Lo que ha de hacerse se hará, se quiera
o no se quiera, antes o después. El río del existir está forzado a cumplir su
anhelo: buscar el punto más bajo y finalmente unirse al mar océano.
Afectuosamente, Maria Luisa
Comentarios
Gracias ML!! Un abrazo!!