La realización constituye la comprensión de que nunca hemos dejado de ser lo Absoluto.



Quien no comprende una mirada tampoco comprende una larga explicación. Eso menciona, según me dijeron, un proverbio árabe. El texto que les entrego a continuación es una combinación de lo que esta mañana escribimos, yo desde casa y R.Malak desde la oficina, sin ponernos de acuerdo ni decirnos nada sobre ello, empujados tal vez por un impulso común: seguir dejando migas en el camino virtual de la Vida, migas que si no se toman de inmediato, las aves de la mente se ocuparán de hacer desaparecer. Migas que marcan una ruta de atención, una vía que indica mirar directamente, sin procesos ni esperas. Mirar directo desde la fuente, hacia Si Mismo, la fuente misma.

Conversando con palabras largas, lo que una mirada directa verifica de inmediato.

Maria Luisa: La no dualidad apunta a que no hay dos. Nos podemos preguntar: ¿No hay dos qué? 
Dos seres. No hay dos seres, no hay dos objetos o dos existencias o dos realidades. Tampoco hay muchos, ni pocos, ni siquiera uno… esto, dicho desde una mirada plena y absoluta, con certeza inamovible. No puede ser cuestión de una doctrina, creencia, fe, o conocimiento intelectual, ya que todo ello es relativo. Ni es un punto de vista absolutista. No es un punto de vista, porque un punto de vista implica ubicarse con respecto a otras cosas, y por lo tanto, ya estaríamos dentro de lo dual, contradiciendo lo que se está señalando. 
Nos preguntaremos de nuevo, ¿entonces a qué se le puede llamar realidad, acaso no hay una realidad objetiva que todos vivimos, lo que pasa es que la vemos de distintas maneras, “Nosotros dentro de una realidad”, por lo que hay dualidad, yo y los otros, yo y el mundo?

R.Malak: No hay dos aparatos perceptuales iguales, cada uno es estructurado por la mente. La observación desde lo fenoménico es solo una interpretación, en cambio cuando la mente se sumerge en su fuente (la Conciencia) es cuando la sabiduría se muestra plenamente.

Maria Luisa: En efecto, hay una supuesta realidad compartida por las personas, que podríamos llamar mundo exterior, universo o incluso Cosmos, que de hecho es interpretada de maneras diversas según la mentalidad de cada quien. Por eso, a esto no se le puede llamar realidad, en sentido absoluto, pues cada cual se apropia de ella a su modo, filtrado por lo que su mente acepta.

R.Malak: Por otro lado es un error suponer que Si mismo se funde con la Conciencia, porque realizar implica solo comprender que se es la verdadera naturaleza, en cambio el mundo diferenciado se reconoce como una ilusión o Maya. Y esa Conciencia infinita y autoresplandeciente que trasciende toda dualidad entre sujeto y objeto, no se puede  reducir a una expresión de objeto. Ella carece de atributos y lo impregna todo, uno sin segundo, porque, fuera de ella, no existe nada.

Maria Luisa: Hablar de absoluto puede resultar un poco fuerte para algunas personas, sobre todo los escépticos, ya que ni siquiera contemplan la existencia de un Dios, o alguna otra cosa o entidad que pueda ser absoluta. En cambio para los creyentes, basándose en la fe o la confianza de creer en Dios, Diosa o Dioses, les resultaría más fácil aceptar que hubiera una realidad absoluta, o por lo menos, una realidad “más real” que lo que nos dice la objetividad. Aceptarían el concepto como una creenci,a lo que los llevaría a buscar la realización de dicha creencia. Pero las creencias son también relatividades, interpretaciones a las que simplemente se les da credibilidad, están en el campo de lo mental. Por tanto tampoco es cuestión de contemplar la existencia de un Dios. La no dualidad señala como realidad a lo que es permanente, lo que no cambia, Ser Conciencia (Si Mismo). Y así lo menciona la tradición. Real es aquello que no cambia y además es permanente, o sea, no nacido, no surgido o aparecido. 

R.Malak: Expresado de otra forma, Si mismo constituye la esencia profunda de cada uno de nosotros, es idéntico a la Conciencia Infinita, por tanto eso eres tú, o dicho de otro modo todo es “Si mismo”. Deduciendo por tanto que quien conoce a “Si mismo”, ve a todo en  “Si mismo” y a  “Si mismo” en todo. Se muestran diferentes aspectos de lo Real, como el fundamento de todo el universo, mientras que Si mismo es nuestra auténtica naturaleza. La realización constituye la comprensión de que nunca hemos dejado de ser lo Absoluto.

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