No hay distintas conciencias


Siendo el Ser, siendo lo que soy, que somos todos, qué bello es ser humano, con todas las diferencias en potencialidades creativas y de expresión. Abrir nuestra comprensión de manera de no ser extorsionados mentalmente por los condicionamientos, las ideas que nos torturan como si fuéramos limitados, y que distorsionan el potencial del corazón humano, que vive su máxima expresión conteniendo en si mismo a todos los seres, sin la violencia que fragmenta, ni las diferencias de juicios que enmarcan separaciones ilusorias entre las personas. Abrir la comprensión es ir más allá de lo aprendido, es comprender lo aprendido y saber discernir. Hay lo adecuado en la vida manifiesta del ser humano y hay lo inadecuado, cuando pensamientos, acciones y sentimientos producen separación y sufrimiento. Comprender nuestra esencialidad es básico, para trascender las limitaciones en cuanto a la comprensión de lo relativo. Es el único modo de superar el sufrimiento de la ignorancia… comprender la conciencia misma.

No hay distintas conciencias, sino conciencia de distintas cosas. Lo que soy no lo puedo definir, solo se que yo se. Yo conozco. Conocer es conciencia. Yo presencio, presenciar es darse cuenta y esto es conciencia.

Decir que yo presencio o que soy presenciación o que solo hay presenciación…. Da lo mismo.. solo soy…. Y me hago consciente de estados, condiciones, de yo como sujeto o de yo como ausencia de sujeto…. O no me hago consciente de un yo definido, sino de la sensación yo, o no me hago consciente de la sensación yo, sino de la luz pura o no me hago consciente de la luz pura sino del mundo fenoménico, o de todo un mundo que no se vislumbra en la cotidianidad pero que está latente y se vislumbra en los estados de ensoñación, que llamamos subconsciente.

Por tanto me hago consciente de diversos aspectos y en diversos modos. Tanto en la presencia de yo como individuo como la presencia esencial no definida, soy consciente.
No hay distintas conciencias, sino distintos modos conscientes. La conciencia es Una y es Uno mismo, que se vuelve pantalla que es presenciada.

Uno es presenciación, observación sin juicio y la conciencia es la pantalla presenciada. Uno se da cuenta de lo presenciado. Este uno es el mismo y único Uno en todo ser. En dicha pantalla ocurren los modos observados. Cuando lo observado son pensamientos, se llama mente, cuando lo observado son sensaciones, se llama cuerpo, cuando lo observado son sentimientos, se llama emoción. La observación ocurre en diversos modos y estados. Los modos son tranquilidad, agitación o pereza. Los estados son vigilia, sueño con sueños o sueño profundo.

Hay un tipo de modo de observación que no se da en un estado de vigilia, ni de sueño, sino como ambos, o ninguno. Es un modo tranquilo y silencioso que no es de lo cotidiano, eso si es seguro. No es racional, no es emocional, no es objetivo ni subjetivo, es algo así como pura comprensión y lo que se observa es movimiento, luz, oscuridad, en mezclas, irradiado con comprensiones. Es pura meditación recibiendo percepciones definidas o indefinidas, pero no condicionadas. No es del tipo de lo cotidiano. No se relaciona con un yo ubicado, ni con la persona o sus historias, ni con conceptos de ningún tipo, ni con la causalidad y el tiempo. El pensamiento puede suceder o no. En esta modalidad lo que sucede como pensamiento son ideas nuevas, descontaminadas. No hay diferenciación entre un yo pensante y algo pensado. Simplemente hay inmersión en todo ello, como siendo el suceso mismo, y en un estado de calma y silencio que recibe todo, o no recibe nada. Esto es real, y es la condición permanente de la existencia.

Hasta allí puedo explicar lo que Es. No dos: yo y lo observado, sino un todo.

Maria Luisa

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