La enseñanza de la no dualidad es
fuerte, sé que muchas veces se hace difícil aceptar lo que indica. Lo
interesante es que cuando se comprende... libera y alivia. Cuando se realiza,
se muestra una apertura que es y ha sido siempre.... infinita.
En los tres últimos meses se me
han presentado dos viajes a Caracas - Venezuela, donde vive la mayor parte de
mi familia y mis hijos. A veces uno cree que las cosas por fin han encajado en
su sitio, que lo que deseábamos por fin sucede… creemos que la vida es como las
películas tradicionales, tienen un final, a veces feliz a veces no. Pero la
vida, esta película que corre en la conciencia no funciona así… nada permanece.
No hay final para la vida…
comienzan ciertos episodios, se mantienen, se transforman o cambian y después
terminan – los episodios – pero la vida no depende de los episodios, no se
sostiene en las cosas que suceden… al contrario, la vida es el sostén de todo
acontecer… todo lo conozco desde mi misma…. Todo lo conocido está sostenido en
la conciencia, todo lo que existe lo hace en Mi. Incluso los apegos… suceden en
mi. Estos apegos hacen que mi atención se quede fija en ciertas cosas, en
algunas personas, mis hijos, mi madre, mi pareja…. De manera que lo que les
pasa a ellos (en mi pantalla consciente, que no es mía como identidad Maria
Luisa, sino Mia como Conciencia) me duele o me alegra, a mi la identidad.
En diciembre a mi hijo le dio
dengue, lo hospitalizaron y esto me empujó a viajar inmediatamente a Venezuela,
de un día para otro. Mi mamá llevaba tiempo allá, enferma también, sin embargo
yo esperaría un par de semanas más para ir a acompañarla y apoyar a mis
hermanas que estaban ocupadas de atenderla. Las cosas se movieron de forma que
me vi obligada a partir antes de lo previsto. Fue un viaje muy fuerte en
sentido emocional… y también físico, muchos días de clínica, ya no por mi hijo
sino por mi madre… las cosas cambiaron… y cuando ya creí que salíamos de un
episodio, pasaban tres días y retornábamos en una ambulancia con mi mama…
terapia intensiva… llantos, Navidad de por medio… y mucha tensión.
Mi hijo se
recuperaba del dengue y la hepatitis, pero él es joven y fuerte… salió de todo ello
sin inconvenientes, pero mi mamá no es joven y su enfermedad ha sido muy
complicada. Permanecí a su lado por mes y medio, casi todo el tiempo yendo y
viniendo a una clínica que está ubicada en la ciudad bastante apartada del
lugar donde vivía… y mientras tanto en las calles se reflejaban las protestas
por la situación política, social y económica venezolana. La sensación era como
estar en medio de una guerra… algo muy tenso.
Esto fue en diciembre y parte de
enero. Viví la Navidad, el año nuevo, y el matrimonio de una sobrina… toda la
familia hizo de tripas corazón, y mientras la madre seguía medio inconsciente
en su cama con colchón anti-escaras y llenita de cables por todos lados, el
resto de la familia, su progenie, tratamos de vivir felizmente lo que merece
vivirse felizmente. Volví a Chile dejando las cosas más o menos…. estables. A
mi mamá le darían de alta en dos días más.
Dice R.Malak en su diario hoy: “El
mundo objetivo no es la naturaleza real, la conciencia centralizada solo
ilumina lo que percibe, no puede decirse que sea algo existente ya que son
apariencias fenoménicas de la infinita conciencia.” Si, apariencias, vienen y
se van ante mi presenciación, Mia de la Conciencia, Mia de lo esencial… y cada
apariencia está teñida con la historia mía, de la identidad Maria Luisa, que
como un filtro ante un lente produce efectos particulares.
La identidad se antepone como un
velo traslúcido que viste de colores a la luz que emana de Mi, la luz esencial.
De manera que lo experimentado es la historia, intensa, llena de emoción,
plagada de actividad. Mi atención sigue el rumbo trazado por mi memoria, mis
apegos, mis deseos… todo lo que está pendiendo, latente, buscando resolución,
comprensión, alumbramiento. Abro la boca y me trago el bolo completo, como si
tragara una inmensa bola de luz de colores, que se hace luz en mi, luz con luz….
Conciencia de conciencia, plenitud libre de los juicios, las marcas, libre de
la dualidad “me gusta – no me gusta”. Absoluta conciencia, libre e infinita…
apreciación de cada instancia, de cada instante, de cada variación de este río
eterno de presentaciones.
Ayer regresé de un segundo viaje,
muy corto, pero en esta corta semana que me alejé de Santiago de Chile, la
intensidad no bajó, pude compartir con mi madre que se va recuperando
hermosamente y asistí al acto de celebración por la graduación de mi bella hija,
me despedí de mi hijo varón que sale del convulso país hacia otro donde podrá
hacer un post grado. Salí de Caracas antes de ayer dejando lágrimas y sintiendo
la fuerza de la emoción cuando nos vemos obligados a soltar, viví lo que duele
separarse de aquellos a los que estamos apegados… y no lo digo por mi, porque
hace muchos años que vivo separada de mi familia, pero es imposible dejar de
sentir lo que sienten ellos. Mis hermanas, mi papá, mi mamá, mis hijos, mi
gente, mía de la identidad, los personajes de mi historia en este trazo de
espacio-tiempo que corre como una película ante mi presenciación, en la
pantalla de la Conciencia infinita.
Si, es fuerte la enseñanza de la
no-dualidad, porque esta indica que en última instancia nada sucede… nada que
sea real sucede, es todo como un sueño, percepciones que destellan ante la luz
de conciencia. Es fuerte dejar de lado la “idea de ser yo”… pero es liberador
comprender que este yo nunca ha sido ni verdadero ni real… el Ser real siempre
he sido, infinito y eterno, sin duración en el tiempo porque es atemporal, sin
presencia en el espacio porque es a-espacial, mas sin embargo permanente.
Permanente y por ende Real. Es la permanencia donde suceden los brillos de lo
impermanente, que atraen y dejan encantada a la atención, y a pesar de
cualquier juicio sobre lo aceptable o inaceptable, destellan hasta ser vividos,
experimentados. Los brillos titilantes de un acontecer que parece real, que
suceden en Mi, y no me tocan, a lo esencial, que permanece pleno e intocado
como siempre es y ha sido.
Termino mi entrega compartiendo
de nuevo un extracto del texto diario de R.Malak: “La conciencia infinita no se
termina, la construcción de lo objetivo tampoco termina, solo es inestable, no
permanece y es la fuente del sufrimiento que aparece cuando la realidad de la
conciencia no se comprende. La confusión se presenta al mostrar la conciencia
dos aspectos en forma permanente: creación y destrucción, hay que entender esta
cuestión y allí sobreviene la comprensión.”
Maria Luisa
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