P: Fui discípulo de Consuelo Martín, profesora de filosofías orientales en la Universidad Complutense de Madrid, hace unos 30 años y en aquella época aunque no comprendía la filosofía Advaita acudía semanalmente con Consuelo para poder captar un poco de la paz y beatitud que transmitía su presencia.
A veces,
cuando meditábamos en su presencia, la respiración se detenía y quedábamos
sumergidos en mundo de luz más allá de cualquier sensación física. Salir de
éste estado, al cabo de una hora o más, nos llevaba su tiempo.
Últimamente
comprendo mucho mejor el vedanta advaita, gracias a la lectura de Un Curso de Milagros,
Sankara y el tratado Vaishita. Pero los estados de meditación profunda no han
regresado.
Creo que
ésta es la gran cuestión. No es lo mismo aceptar racionalmente la ontología
advaita que tener la experiencia real de la observación del Ser sobre Si Mismo.
La filosofía
sin la experiencia real siempre es fustrante.
ML: Es
cierto lo que dices, la frustración sobreviene cuando mediante el proceso
mental racional se pretende librarse de la mente y buscar la experiencia de la
no separación, la no dualidad o no mente, todo ello lo mismo. Y es que la no
dualidad no se muestra como experiencia, toda experiencia pasajera es también
un reflejo en la mente, incluso los estados luminosos o profundos. La
comprensión de lo no dual implica dejar de dar credibilidad a todo lo que es
pasajero, implica residir y presenciar cualquier tipo de experiencia sin la
pretensión de transformarla o incluso interpretarla, o juzgarla. Lo importante
es la comprensión silenciosa y no precisamente racionalizable, sino más bien esa
que da certeza y no nuevas creencias. Siempre que se esté buscando
experiencias, tales como estados especiales, con la finalidad de completarnos,
es que aún no se ha comprendido profundamente la realidad de Ser.
Si en la
ontología se menciona que tu naturaleza esencial es luz, lo que equivale a
presenciación pura, cabe preguntarse quién queda sumergido en la luz en un
estado como el que mencionas. Por otro lado, si también se menciona que lo que
la presenciación presencia o conoce es la pantalla consciente que emana de sí
misma y donde se despliegan los contenidos de conciencia, cabría preguntarse
cómo es que la presenciación puede llegar a observar luz, ¿acaso es esta un
contenido de conciencia?, ¿algún objeto de observación?. Lo otro que podemos
agregar es lo siguiente: los contenidos conscientes son reflejos de sí mismo,
entonces, ¿donde se reflejan estos? Y finalmente, ¿qué es esta luz que sí mismo
presencia como reflejo en la pantalla consciente?
Tal vez
recuerdes alguna enseñanza que pone como símil que la mente sin contenidos es
como un espejo donde se refleja tu verdadero rostro, obviamente es una
metáfora, ya que sí mismo no tiene rostro pues no es un objeto.
En
definitiva, ¿que comprensión te deja el haber contemplado la luz en el silencio
de la mente?
La ontología
puede, y debería, funcionar como un mapa, de manera que cuando efectivamente se
recorre el territorio se comprende por dónde se está transitando. Entendamos
este tránsito como los procesos conscientes donde se posa la atención, la luz
consciente. Por tanto, en cuanto a la validez del entendimiento de lo no dual,
eso que es necesario, más que experiencia real, lo llamaría comprensión de lo
real.
Comentarios
¿podríamos decir que el "si mismo" es experimentable pero de forma indirecta? (esto ha arrojado por lo menos en mí bastante comprensión al respecto) Un ejemplo práctico por ejemplo es mirarse a un espejo y hacerse la pregunta ¿esa imagen que veo reflejada soy yo realmente? después de varios intentos me di cuenta de algo, y es que... soy yo el reflejo del espejo o yo soy por el que yo se que YO SOY. Osea la misma observacion que hace posible tanto la observación directa (objeto) como indirecta (observacion, consciencia conciente). ¿cómo pueden aparecer los objetos entonces? pues es de deducir que tiene que existir un espacio, entonces, entramos en lo real (permanente) irreal (impermanente) ¿que soy yo? ahora toca hacer un ejercicio de honestidad. Saludos