La Beatitud Esencial por R.Malak




El mundo es contacto, la totalidad de todos los contactos es actualizada en la conciencia. Lo esencial, como conciencia, se mueve y se le llama materia…

La formula de Sat-Chit-Ananda (existencia-consciencia-beatitud), se mantiene desconocida si ignoramos qué es Ser, si ignoramos  vivir en el presente activo y permanecemos sumergidos en la esclavitud de la memoria, la cual nos proyecta, ya sea hacia el pasado o a su otra arista más demandante, que es estar proyectado por la imaginación hacia el futuro, hacia el deber ser, descartando el existir aquí y ahora; de ese modo permanecemos sumergidos en la dualidad obsesiva. Ocasionalmente, escuchamos que se habla de salir de la confusión del mundo, lo que constituye el caballito de batalla de muchas corrientes espirituales, incluso algunas lo presentan como una alternativa en la que no se abandona la libertad innata.

La conciencia, cuando se tiñe de memoria y de expectativa, deviene en esclavitud. La experiencia pura no tiraniza; en cambio la experiencia atrapada entre el deseo y el temor se reconoce como impura dado que crea reacciones…

Lo que debemos tener claro es que la manifestación es una actividad emitida por la conciencia y mantenida en el universo, que es una forma diferenciada y diversa de todas las expresiones. Ahora, cuando se provoca la realización del Si mismo, el mundo no deja de parecer real, lo que se ha abandonado es la expresión dual y la cuestión dimensionada por el sujeto y los objetos; el universo desplegado ante la pantalla de la conciencia se sigue moviendo como una maravilla dejando de lado cualquier expresión de finitud, y sus expresiones diversas son reconocidas como movimientos de la conciencia en el hacer constante.
¿Por qué apresurarse? Mejor es esperar hasta que los frutos estén plenamente maduros, dulces y apetitosos, y no tomar el amanecer por el mediodía: una experiencia momentánea por la plena realización. La humildad y el silencio son esenciales, lo plenamente maduro permite la espontaneidad…

El que ha abandonado la ignorancia está en la libertad, la cual nunca había perdido dado que siempre es esencia pura. Por otro lado, la ignorancia de la naturaleza del Ser se compara, usando un símil, con la de la identidad disgregada en una “mansión” en la que hay muchos sirvientes pero no se reconoce un administrador. Los empleados han olvidado sus obligaciones y ninguno quiere hacer lo que debe, todos pretenden en cada instante ser los dueños, hay caos permanente y la mansión está dirigida por la confusión y el desorden. Ante esta cuestión las partes más coherentes de la identidad eligen un administrador provisorio debido a la inminente llegada del propietario de la mansión. Esto se puede entender como lo que sucede en una vida disfuncional: con desórdenes y conflictos egoicos; o en una vida funcional: con el administrador provisorio.

Si no descarto el hábito que se construye por el deseo, seguiré pensando que soy una persona que vive, que siente, que piensa, que soy activo, que soy pasivo, que estoy satisfecho o acongojado…
La mejor opción para que la mansión sea regida por su dueño, el Si mismo, es cuando se tiene una vida funcional, de ese modo el Si mismo se hace cargo de la identidad y es reconocido como Ser Conciencia Felicidad.

Cuando se da el matrimonio de la vida y la mente, con la presenciación plena por sí misma, es vivir en la espontánea conciencia sin esfuerzo. Si mismo en expresión continúa viviendo según sus predisposiciones (vasanas), incluso después que el resplandor no dual se haga evidente, hasta que se termine el movimiento por inercia de la rueda de las predisposiciones. R.Malak

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