Advertencia
del corazón,
dividiré
el cielo por la mitad
recogiendo
nubes de angustia y problemas,
que
incluyan además emociones agradables
típicas
de todo contenido de la vida diaria.
Ahí
estaré atento enviando y recibiendo
mensajes
de distintos calibres.
¡Vaya,
qué mundo!,
se
transita con y sin problemas
mientras
la mente replica con sueños.
Indagar
desde la ensalada de la mente, o averiguar sobre la naturaleza real sin haberla
saboreado, es una cuestión teórica que pierde sentido. Es preciso estabilizar y
reconocer cómo se mueven los pensamientos hasta quedar libre de
condicionamientos, reconocer las reacciones del ego.
Por
otro lado, intentar en estos tiempos seguir prácticas de austeridad, ayunos,
dietas, o guardar silencio, solo tiene un efecto superficial y temporal,
afectando la funcionalidad del ego, dando la impresión de tener éxito por el
ejercicio de la fuerza de voluntad.
La
mirada corriente de la vida se da estando sumergidos en la identidad. Ello se
describe como percepciones diferentes que se suceden entre sí, con una
velocidad tal, que no es posible evaluarlas de instante en instante. Estas
impresiones son diversas y variadas, y podemos describirlas como expresiones de
la conciencia que se reflejan a través de la mente, provocando la centralización
identificatoria. Este proceso nosotros lo reconocemos como “el yo” o la
manifestación egoica.
La
cualidad de esta mirada desde la mente suele ser algo constante y simple. Se
muestra generalmente como la atención dirigida hacia los conceptos e ideas. En
ello encontramos una sucesión de pensamientos, las ideas se despliegan como
datos encadenados y relacionados entre si, que se siguen unos a otros. Ocasionalmente
toma presencia la imaginación, en otras ocasiones los recuerdos y así sucesivamente,
con una complejidad que abruma siendo muy difícil describirla, porque en cada
momento tenemos distintos tipos de sentimientos, de recuerdos, imaginaciones.
Como
resumen, la mente es un amasijo de coherencias que están en constante movimiento
dando la impresión de unidad. Esta cuestión no es simple, más bien es un
movimiento en constante cambio. La conciencia privilegia generalmente al deseo,
quedando en evidencia, ocasionalmente, la inseguridad, la inconstancia, el
temor, etc. Esta expresión cristalizada
de la identidad está sustentada por las predisposiciones. La enseñanza no dual
describe estos problemas e intenta mostrar el funcionamiento sumergido de la
conciencia no nacida, que no crece ni tiene término, es auto resplandeciente
e ilumina todas las cosas. El mayor
problema es que, visto como producto, esta conciencia de si mismo tiene una
doble naturaleza: como factor egoico y como mente. Todas las personas son, por
naturaleza, la conciencia pura y se debe a la ignorancia que parezcan ser
diferentes y apegadas a sus predisposiciones.
Ser
consciente de sí mismo y de aquello que rodea,
sin
controlar lo que piensa,
mirando
como la memoria actúa por inercia
y
la imaginación propone alternativas de apego.
Nada
señalo, solo veo el aire libre
que
se mueve a través de las hojas,
mostrando
con suavidad lo indescriptible.
R.Malak
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