SER Y HACER



Desde el punto de investigación que se emprende para el conocimiento de si mismo hay dos direcciones, que parten de un mismo deseo y enfocan a lo que en principio aparece como opuestos: 

1- Conocer y comprender el cómo soy, el hacer en el mundo (tiempo, espacio, manifestación, fenómenos) personalidad, mundo psicológico, esto se refiere a la identidad como persona, como entidad psíquica y física.

2- Conocer y comprender el Ser que soy anterior al mundo (invisible, indescriptible, atemporal) Ser Conciencia Felicidad, esto se refiere a la realidad fundamental y que trasciende toda expresión.

Maria Luisa

¿Qué relación hay entre lo que uno hace y la conciencia?

R.Malak: Lo que uno hace procede del estado que filtra el cuerpo, la  mente y la emoción, por tanto podemos decir que así nos asomamos a ver la vida a través de lo cotidiano; es la mirada hacia lo fenoménico.  La manifestación de esta vida se observa, la mayoría de las veces, a través del atuendo corporal. Este instrumento se mantiene activo por el alimento que se consume. Por otro lado, el darse cuenta está filtrado por la conciencia centralizada que es una emanación de la conciencia esencial procedente del Ser. La conciencia manifiesta o centralizada, se halla infundida por el soplo vital, que con su dinamismo, permite que  funcione  mientras el cuerpo esté sano, de ese modo se ejecutan todos los procesos elementales de percepción, o movimiento, todo gesto, toda palabra y toda acción. Eso desencadena una sucesión de acontecimientos que marcarán  las rutas de lo que ocurrirá con el transcurso del tiempo. Algunos filósofos hablan de conciencia de esto o aquello, que es distinto de la conciencia en si misma. Se confunde generalmente el hacerse consciente de algo, como constatación por vía  de la percepción, con la conciencia que es independiente de los modos de percepción. De esa confusión proviene que uno se considere a sí mismo un individuo delimitado por los modos de percibir,  por tanto se mueve entre el dolor y el placer. En la conciencia en si misma no se plantea la cuestión de la felicidad o de la infelicidad, sin embargo, el hecho de experimentar está aquí, y se debe a la aparición de la conciencia de lo manifiesto, por tanto si la conciencia de lo objetivo no aparece, no hay experiencia y no hay hacer. Incluso antes de la conciencia manifiesta, está el principio esencial de observación sin juicio, como presencia que conoce a la conciencia de las cosas, dándonos cuenta que si no está la conciencia del movimiento, la observación se detiene. De esta manera, si desaparece el yo personal que hemos tomado por real, que nos permitía unir las experiencias como por un hilo conector, sobrevienen inicialmente, para algunos, unos instantes de confusión, para entonces aparecer con toda propiedad la realización de sí mismo, que es saber el propio condicionamiento que teníamos. (Resplandor No-dual 15.7)

Comentarios

Adriana Alba ha dicho que…
Excelente y luminosa reflexion!!

Gracias y felicitaciones por tu blog.
Maria Luisa ha dicho que…
Gracias Adriana. Pasé por tu blog, hermoso e inspirador y qué belleza el poema Ambar y Almizcle!!!
Un abrazo