Silencio y Movimiento




Consideraciones acerca del que se atrapa como “pensador”


Los pensamientos están en la rueda de los pensamientos, unos llevan a otros.
Los sentimientos, en la rueda de los sentimientos, uno tras otro.
Las acciones, en la rueda de la causalidad, interminables.
El pensador, sentidor y actor...ocupa el silencio, pretendiendo controlar el movimiento inacabable, que de por si es libre por su propia naturaleza.
No se nota el silencio cuando hay pensador... pues el protagonismo ocupa el espacio y limita lo infinito, formando el ruido del ego.
La ausencia del protagonista es el silencio.

El pensador es una sombra ilusoria, el desconocimiento de Ello, siendo Ello lo que todo lo “piensa” por su cualidad de ser conciencia, sin apegarse a ningún pensamiento.
El pensador es el apego a la idea de “ser esto o lo otro”.

El silencio... es como una página en blanco.
Los pensamientos, sentimientos y acciones, son como notas musicales escritas sobre ella.
Estas notas no significan nada si no hay las líneas del pentagrama.
Esas líneas son los procesos ordenadores de la mente, que conforman el tiempo y los espacios, así como el valor de cada figura ofreciendo sentido al mapa de escritura musical.

¿Quién es el pensador, sentidor y actor de esta música? Es la música espontánea del sonido del infinito, música de las esferas o música celestial... no hay dueño de esta maravilla.

Silencio... es el contenedor donde todo se muestra.
El pensador es también un aspecto del contenido.
El pensador no puede conocer el silencio, así que solo conoce el ruido y no el sonido limpio, puro y armonioso que se sostiene en el eterno Silencio.

De nuevo retomo:
Mira... mira esto.... el si mismo...Ser...
es invisible...pero todo lo ve
inaudible... pero todo lo oye
incomprensible...pero todo lo comprende
incognoscible.... todo lo conoce
inabarcable.... todo lo abarca

quién podría oír a lo divino,
si es lo divino quien oye todo?
cualquier cosa oída, no es lo divino
pero lo divino está presente, oyendo eso


Como las olas explotando contra las rocas de la costa y haciendo mucha espuma, que luego queda en nada, mucho ruido, nada queda.... de esa espuma del encuentro social que pretende destacar la personalidad arrendada a lo infinito.... pues a menos que se toque lo profundo del corazón... se evapora, se va... así es el escándalo ruidoso y temporal del ego.

En el corazón se esconde, como en lo profundo del océano, un tesoro inacabable de hermosura que no puede ser tocado por lo falso, ni escuchado por el oído superficial.

Lo profundo pasa, de ser oscuro, a convertirse en foco luminoso, cuando ello se recoge en el Si mismo, lo más auténtico, lo real.

Las máscaras sociales son puro ruido.
Pura fachada... cuyo sabor se pierde en lo mustio y efímero del momento que pasa...
A lo infinito no lo atrapa el tiempo, ni puede ser dibujado en las olas y el vaivén emocional, intelectual y superficial de la personalidad.
Ningún logro es perpetuo... ninguna alegría sostenida en lo falso puede ser duradera.
Lo falso es lo que no es...permanente.

Permanente es el silencio que se llena de sonidos sin dueño, de colores, movimientos, arco iris de amor, belleza, armonía, paz, creatividad, empatía..... amistad..... los movimientos sin dueño... por lo mismo libres. Paz, Conciencia, Felicidad en el Ser.

Maria Luisa

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